No todas las viviendas necesitan un relooking completo, cada vivienda tiene unas necesidades, y dependiendo de su estado, se analiza y presupuesta. Consiste en retirar muebles viejos y objetos personalizados, limpiar a fondo, eliminar malos olores, reparar todo lo que no funcione o esté roto, pintar de colores claros o blanco, pintar azulejos de cocina y baño si fuese necesario, forrar o pintar muebles y cambiar pavimentos o revestimientos.